Fuentes públicas sin “ton ni son”

Fuentes públicas sin “ton ni son”

En nuestros tiempos vamos como el cangrejo.  Es decir, marcha atrás. Sucede cuando hablamos de las fuentes públicas de las ciudades.  Se construyen sin abrevadero, además, el malgasto de agua es enorme:  Cuando dejas de presionar el pulsador, la válvula sigue descargando agua hasta cinco segundos después.  Por ello, durante un año, y repartido entre las docenas de fuentes de nuestra ciudad, y con ciento cincuenta mil habitantes, se pierden nueve millones de litros de agua, equivalentes a la capacidad del depósito de la “Plaça del Dipósit”, construido en el Siglo XVIII, y clausurado en el Siglo XX tras ser trasladado al interior del recinto de la Seu Vella.

Pero la situación se agrava cuando dejamos sin agua a la fauna de la ciudad:  los gatos callejeros que salen de noche de sus colonias para comer y beberé agua.  Sólo les queda acudir a beber al cauce del río Segre.  Hay muchos obstáculos para poder llegar al agua porque se canalizó tras inundarse la ciudad en la década de los ochenta.

Queremos una ciudad limpia, y a veces demasiado limpia.  Los barrenderos limpian las calles tan bien que no queda nada que poder comer durante la larga noche de los gatitos, perritos y otros animales de la calle en la correría nocturna.  Señoritas y Señores: por favor, dejen algo para los dueños de la noche.

FOTO: Envato Elements

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