Quiero ser ignorante

Quiero ser ignorante

A veces pienso mucho. De hecho, se me ha dicho que doy demasiadas vueltas a una situación.

Ahora pienso en crear cuatro millones de puestos de trabajo.
La conciencia no me contradice. Entonces, ¿me lo tengo que creer?

Sí, siento la resonancia imaginaria de los lectores, televidentes radioyentes y navegadores de las páginas sociales si supieran de esta afirmación. Unos dirían: ¿que estás loco? Puedo estarlo, pero estoy convencido de que nada de nada. Entonces, ¿tendré que afirmar que soy capaz de hacerlo? ¡Ya estamos!
El rifirrafe está servido: Si soy sincero, y digo lo que pienso, me calificarán de presuntuoso, con una sobrevaloración de mi capacidad intelectual. Hacer lo contrario, digamos que callarme lo que siento, sería desaprovechar mi obligación de aportar soluciones a la crisis social, laboral y espiritual.

Pido opiniones para ayudarme a tomar una decisión. Añado que habrá un cincuenta por ciento de mi decisión vinculante al resultado de la votación.

Dejar un comentario

Your email address will not be published.